Cualquier niño pequeño es sólo una curiosidad con un sistema de movimiento, y esa curiosidad le lleva muchas veces a lugares peligrosos. Uno de esos lugares es el baño. Lo ideal sería que su pequeño nunca se quedara solo en ninguna habitación, pero los padres son humanos y los niños son excelentes explorando el exterior. Hacer que su baño sea a prueba de niños es una forma sencilla y práctica de reducir los riesgos que enfrentarán mientras aprenden a navegar por el mundo.
1. Puertas con protección
La puerta del baño es su primera línea de defensa contra los niños curiosos, por lo que siempre es el lugar para comenzar. Una opción es colocar el gancho o el pestillo en el exterior, fuera del alcance del niño pequeño, pero de manera que un adulto o un niño mayor pueda operarlos fácilmente. La segunda opción es una funda protectora para la manija de la puerta, que cubre la manija y casi no permite que las manijas pequeñas giren. Esta puede ser una mejor opción si vive en una propiedad de alquiler y no puede permitirse el lujo de perforar agujeros en la puerta y el marco de la puerta, o incluso si simplemente no desea causar daños permanentes para solucionar un problema temporal.
2. Retire los objetos peligrosos fuera de su alcance
Asegurarse de que sus medicamentos y productos de limpieza estén fuera de su alcance debería ser una tarea sencilla, pero no es tan fácil como cree. En primer lugar, la posición de su botiquín de primeros auxilios puede facilitar su levantamiento. En este caso, necesitarás buscar otro lugar para tus productos. Otra consideración es que los artículos menos obvios (productos para el cabello, bolas de baño, pasta de dientes) pueden enfermar gravemente a su hijo si se los ingiere. El enjuague bucal suele contener suficiente alcohol como para ser peligroso. También existe el problema de los objetos punzantes o ingeridos, como tijeras o pinzas para uñas, pinzas y cualquier joya que se quite antes de bañarse o ducharse.
3. Presta atención al baño
El baño es probablemente el último lugar de la casa donde jugará tu pequeño (aparte quizás de la estufa caliente), y sin duda uno de los más atractivos. Intuitivamente entienden que esta es una parte importante de la vida hogareña y, en cualquier caso, cualquier piscina infantil con agua será un imán para ellos. Es un problema, y no sólo por los gérmenes. Un niño que se inclina demasiado hacia la taza puede perder el equilibrio y ahogarse, y un asiento de inodoro que se cae puede sacudirlo o romperle los dedos meñiques. Los pestillos de la tapa del inodoro son económicos y eficaces, y la instalación de un asiento con bisagras de cierre suave puede ayudar a evitar roturas y hematomas.
4. Personaliza tu baño
La hora del baño puede ser una de las mejores cosas que se le pueden ofrecer a un niño pequeño activo, pero requiere cierta atención para mantenerlo seguro. Primero, coloque los champús, jabones y productos para el cabello fuera del alcance de su hijo. Coloca una alfombra antideslizante si la bañera no tiene superficie antideslizante y asegúrate de que la barra de la ducha esté bien sujeta para que no se pueda tirar. El grifo de un baño suele ser lo suficientemente alto como para que lo toque una cabeza pequeña, así que cúbralo con una funda suave. Si tienes presupuesto para ello, también puedes considerar instalar un grifo digital «inteligente» para controlar la temperatura del agua. De esta forma, el riesgo de quemarte a ti o al bebé es mínimo.
5. Compruebe si hay riesgos de vuelco
Al igual que en la cocina, en el baño nunca hay demasiadas cosas. Desafortunadamente, este espacio de almacenamiento a menudo se presenta en forma de estantes y armarios individuales, unidades de torre o armarios sobre el inodoro. A los niños pequeños les encanta trepar, y estos muebles tentadores pero peligrosos pueden caer sobre su pequeño si no están asegurados.
6. Evita el peligro de resbalar
Los niños pequeños ya pesan mucho y son un poco inestables, por lo que evitar que se resbalen es tan importante para ellos como para los mayores. Limpie con cuidado cualquier resbalón, salpicadura o derrame tan pronto como se produzca. Una alfombra de baño absorbente y antideslizante, o quizás dos, también pueden resultar de gran ayuda. Puede suponer que aún se producirán algunos resbalones y tropezones, por lo que si hay esquinas afiladas a la altura del niño pequeño, puede ir a lo seguro aplicando esquinas protectoras suaves para proteger la pierna de su hijo de un golpe desagradable.
7. Quita la tentación
Los niños son escaladores y exploradores naturales, por lo que una gran parte de la protección infantil consiste simplemente en eliminar u ocultar cualquier tentación obvia. Por ejemplo, un mostrador lleno de cosméticos y productos para el cuidado del cabello es una tentación obvia, así que colóquelos en gabinetes o estantes. Las puertas de los gabinetes deben tener cerraduras a prueba de niños. Si tiene un taburete para bebés a mano para uso supervisado, desaconseje su uso sin supervisión manteniéndolo lo suficientemente alto como para que un adulto lo transfiera. El orinal también es un buen taburete, así que mantenlo apartado (o incluso fuera del baño) y sácalo con gran ceremonia cuando llegue el momento. Esta no solo es una buena estrategia para proteger a los bebés, sino que también es una buena estrategia para enseñarle a ir al baño.
8. No olvides el bote de basura
No tiene sentido mover objetos peligrosos fuera del alcance de su niño a menos que también tome medidas para mantener seguros los desechos del baño. Está lleno de las mismas cosas (hojas de afeitar, artículos de tocador usados, botellas casi vacías de productos para el cabello o de limpieza) que usted más desea mantener alejados de los deditos y las bocas indiscretas. Una opción es colocarlo en un mueble con cerradura a prueba de niños, si la distribución de tu baño lo permite. También puedes trasladarlo del baño a un armario cercano que pueda protegerse con una funda para tirador. En algunos hogares, un bote de basura con un cierre deslizante a prueba de niños integrado en la tapa puede ser la mejor opción. Desbloquearlo es un poco incómodo, pero es un pequeño precio a pagar por la seguridad.
9. Combate la suciedad, los gérmenes y los alérgenos.
Algunos de los peligros menos obvios que encontrará su pequeño en el baño incluyen la suciedad, los alérgenos y la inevitable capa invisible de gérmenes que cubre todo. La limpieza frecuente es el nombre del juego aquí, sin importar lo cansado que estés de las tareas diarias. Además de la limpieza regular, esté atento a la aparición de moho y hongos (especialmente en la cortina de la ducha, que es fácil de alcanzar y masticar). También es una gran idea guardar la escobilla y el desatascador en un armario cerrado, lejos de las manitas y caritas curiosas. Una nota importante: las investigaciones muestran que la exposición temprana a productos de limpieza puede desencadenar asma, así que considere productos de limpieza caseros no tóxicos.
10. Incrementar el nivel de seguridad eléctrica
Mantener los deditos (y la lengua) curiosos alejados de los enchufes eléctricos es un paso importante a prueba de niños en cualquier habitación, y el baño no es una excepción. Las cubiertas económicas son adecuadas para enchufes que no están en uso. Para aquellas áreas donde necesita dejar algo puesto, puede comprar cubiertas con cerradura que se fijan al panel de la pared. En general, las planchas rizadoras y los secadores de pelo deben estar desenchufados y fuera del alcance cuando no estén en uso. Además, los enchufes de su baño deben tener un interruptor de circuito de falla a tierra (GFCI), de modo que si su automóvil logra dejar caer un objeto eléctrico en un fregadero lleno de agua, no provocará una descarga potencialmente fatal.