Todos hemos oído que las dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos pueden ayudarte a perder peso, pero ¿son realmente buenas para ti? Si bien su cuerpo sin duda necesita proteínas para funcionar, puede ser demasiada.
La proteína es un nutriente esencial compuesto de componentes químicos conocidos como aminoácidos. Su cuerpo necesita proteínas dietéticas para realizar sus funciones básicas y, lo más importante, para desarrollar y mantener cada célula del cuerpo, incluidas las células musculares, óseas y tisulares.
Comer una amplia gama de alimentos integrales que combinen fuentes magras de proteínas con carbohidratos, grasas saludables, fibra, vitaminas, minerales y una cantidad suficiente de agua se considera óptimo para la salud. Los médicos dicen que la clave es el equilibrio, en lugar de depender excesivamente de un solo nutriente, como las proteínas.
Es importante ajustar su ingesta de proteínas de acuerdo con su estilo de vida y otras necesidades de nutrientes, asegurándose de que su cuerpo obtenga lo que necesita sin exagerar.
¿Se pregunta cuánto es demasiado y qué problemas puede causar? Continúe leyendo para conocer seis señales de que está comiendo demasiadas proteínas.
¿Cuánta proteina necesitas realmente?
La cantidad de proteína que necesita depende de su edad, sexo, peso y nivel de actividad.
En general, los adultos necesitan alrededor de 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. Los deportistas y las personas muy activas pueden necesitar más, entre 1,2 y 2,0 gramos por kilogramo. Las personas mayores y quienes se recuperan de una enfermedad también pueden necesitar más proteínas para mantenerse saludables.
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Muy poca proteína también puede causar síntomas. A corto plazo, puede experimentar fatiga, debilidad muscular y/o un sistema inmunológico debilitado. Con el tiempo, la deficiencia crónica de proteínas puede causar atrofia muscular, deterioro del crecimiento y desarrollo en los niños y edema (retención de líquidos).
Es especialmente importante que las personas mayores obtengan suficiente proteína para mantener la fuerza muscular, prevenir infecciones y promover la salud en general.
Sin embargo, cuando su dieta incluye más de dos gramos de proteína por kilogramo de peso corporal por día, puede comenzar a experimentar síntomas. Se les puede atribuir lo siguiente.
1. Problemas renales
Si ya tiene una enfermedad renal, seguir una dieta rica en proteínas puede empeorar la función renal porque es posible que el cuerpo no pueda eliminar todos los desechos relacionados con las proteínas.
De hecho, algunos estudios recientes muestran que incluso aquellos sin antecedentes de insuficiencia renal pueden experimentar síntomas de insuficiencia renal. Un estudio de 2020 relacionó las dietas ricas en proteínas con una mayor incidencia de enfermedad renal crónica (ERC) de novo (nueva aparición).
2. Deshidratación
Una forma en que el exceso de proteína afecta la función renal es que puede provocar que orines con más frecuencia. Cuando su cuerpo entra en cetosis, un estado metabólico caracterizado por niveles elevados de cuerpos cetónicos en la sangre o la orina, también puede provocar deshidratación o un desequilibrio electrolítico. Cuando esto sucede, es posible que deba aumentar su consumo de agua.
3. Enfermedad cardíaca
Según algunos estudios, la salud de tu corazón también puede verse afectada si comes más proteínas de las que necesitas.
Las dietas ricas en proteínas, especialmente aquellas ricas en carnes rojas y procesadas, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas debido a su alto contenido de grasas y colesterol.
De hecho, un estudio de 2024 encontró que consumir más del 22 por ciento de las calorías diarias provenientes de proteínas puede aumentar el riesgo de aterosclerosis. Esto ocurre cuando las arterias se engrosan o se endurecen debido a la acumulación de placa en el revestimiento de las arterias.
4. Deficiencia o desequilibrio nutricional
Las fuentes magras de proteínas son una parte importante de cualquier dieta equilibrada, pero demasiada proteína puede provocar deficiencias o desequilibrios de nutrientes.
La proteína es muy saciante y, al centrarse exclusivamente en ella, puede desplazar a otros alimentos ricos en nutrientes, como los carbohidratos y las grasas de calidad. En última instancia, esto puede ponerlo en riesgo de no obtener suficientes otros nutrientes, como fibra, vitaminas y minerales, que pueden afectar su salud general.
5. Trastorno gastrointestinal
Demasiada proteína, especialmente si la ingiere en lugar de otros nutrientes, también puede causar malestar gastrointestinal. Esto puede manifestarse en forma de náuseas, diarrea, indigestión, estreñimiento y malestar digestivo, dicen los expertos.
6. Mal aliento
Consumir demasiadas proteínas en la dieta también puede provocar mal aliento.
Según un estudio, la ingesta elevada de proteínas con los alimentos puede provocar niveles elevados de urea y otros productos de desecho nitrogenados. A medida que el cuerpo descompone las proteínas durante el proceso de digestión, produce amoníaco si hay un exceso de urea, lo que produce un olor desagradable.
Hable con su médico o nutricionista para obtener más información sobre cómo lograr el equilibrio nutricional adecuado, incluido cómo obtener la cantidad adecuada de proteína para su cuerpo.