Los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur forman parte de una dieta sana y equilibrada. No solo aportan calcio, sino que también aportan a tu cuerpo proteínas, vitaminas y otros minerales, probióticos y más.
Debes intentar consumir de dos a tres porciones de productos lácteos de alta calidad al día. Esto excluye cualquier fuente láctea que sea baja en calcio o alta en grasa, como queso crema, crema agria, nata y mantequilla.
La tolerancia a los productos lácteos varía mucho entre personas. Debido a que los lácteos pueden ser proinflamatorios, los signos y síntomas del exceso de lácteos no se limitan al tracto gastrointestinal. Más bien, pueden ocurrir como inflamación en otros sistemas de órganos.
¿Se pregunta qué síntomas podrían indicar que está comiendo demasiados lácteos? Los médicos y expertos en nutrición comparten aquí ocho signos clave.
1. Dolor e inflamación de las articulaciones.
Una forma en que la inflamación puede afectar su salud es a través del dolor o rigidez en las articulaciones.
Los productos lácteos suelen ser proinflamatorios, lo que significa que estimulan el sistema inmunológico y las hormonas inflamatorias para que se aceleren. La enfermedad inflamatoria de las articulaciones y otras enfermedades inflamatorias son comunes.
2. Picos de azúcar en sangre
Estudios recientes han demostrado lo importante que es para su salud general prevenir picos repentinos de azúcar en sangre. Sin embargo, el consumo excesivo de productos lácteos puede hacer que el nivel aumente drásticamente.
La leche contiene lactosa, que puede provocar un aumento del azúcar en sangre y provocar la liberación de insulina. Aunque algunos carbohidratos son necesarios para el funcionamiento normal de los glóbulos rojos y los glóbulos blancos, es importante evitar estos picos porque pueden provocar letargo y hambre cuando se desvían.
Un vaso normal de leche entera contiene 10 gramos de azúcar y 13 gramos de carbohidratos, lo que equivale a cuatro cucharaditas de azúcar.
3. Problemas de la piel
Cuando comes demasiados lácteos y tus niveles de insulina aumentan, puedes provocar problemas en la piel, como acné, rosácea, eczema, sequedad e hiperpigmentación.
Del mismo modo, los problemas de la piel y el acné suelen ser causados por inflamación, por lo que son comunes. Los productos lácteos también pueden aumentar la actividad de las glándulas sudoríparas, lo que también puede provocar acné.
4. Fatiga
Si se siente cansado con frecuencia, la culpa puede ser su dieta, especialmente si contiene muchos productos lácteos.
La fatiga es común con la inflamación crónica, por lo que puede ocurrir una disminución en los niveles de energía debido al consumo excesivo de productos lácteos. Sin embargo, la fatiga es un marcador muy inespecífico, por lo que si te sientes cansado, considera varias posibles causas.
5. Problemas gastrointestinales
Los problemas de estómago son un síntoma característico de la intolerancia a la lactosa, la incapacidad de digerir completamente el azúcar que contienen los productos lácteos.
Los trastornos gastrointestinales como hinchazón, flatulencia, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento son bastante comunes, especialmente con un mayor consumo de productos lácteos.
Esto suele ser el resultado de la intolerancia a la lactosa, cuando el cuerpo no tiene suficiente enzima lactasa necesaria para digerir adecuadamente la lactosa, el azúcar de los productos lácteos. Cuando la lactosa no digerida se encuentra en el colon, se fermenta excesivamente, provocando malestar gastrointestinal.
La acidez de estómago es otro síntoma gastrointestinal común en personas que comen demasiados lácteos, especialmente si son propensos al reflujo ácido o intolerantes a la lactosa. Si nota que tiene acidez de estómago después de comer una comida rica en lácteos, reduzca el consumo de lácteos y vea si mejora.
6. Aumento de peso
Los productos lácteos pueden ser una parte saludable de tu dieta si estás intentando perder peso. Sin embargo, consumir demasiados lácteos puede contribuir al aumento de peso.
Muchos (pero no todos) los productos lácteos tienen un mayor contenido de grasas y calorías. Considere elegir yogur griego u otros productos lácteos que sean buenas fuentes de proteínas.
7. Infecciones de los senos nasales
Si sufre de infecciones frecuentes de los senos nasales, es posible que desee reducir el consumo de productos lácteos. Los expertos dicen que consumir demasiados productos lácteos con regularidad puede empeorar los síntomas de la sinusitis.
El consumo excesivo de lácteos puede aumentar la producción de moco y la inflamación, lo que puede provocar infecciones de los senos nasales más frecuentes.
8. Reacciones alérgicas
Las alergias a los lácteos pueden variar de leves a graves, por lo que algunas personas pueden pasar por alto o malinterpretar sus síntomas.
Las reacciones alérgicas pueden ocurrir como resultado de reacciones inmunes a las proteínas de la leche. Son más evidentes, con hinchazón, urticaria y picazón. Las reacciones alérgicas pueden ocurrir incluso con una pequeña cantidad de productos lácteos en la dieta de algunas personas.