Febrero es un mes de mucha actividad en materia de poda. Los arbustos de hoja caduca, las hierbas y los setos necesitan poda este mes, junto con las plantas trepadoras, los árboles frutales y cualquier planta perenne que se haya dejado sin podar en los macizos de flores durante el invierno.
Esto puede significar una larga lista de tareas de poda en cualquier lista de verificación de jardinería de invierno. Si es conveniente podar en febrero depende del clima. En las regiones más frías será necesario esperar hasta que haya pasado el riesgo de heladas.
Durante mi carrera profesional como jardinero, la poda de invierno fue una tarea importante. Todavía uso tijeras de podar en casa y en mi jardín para podar arbustos ornamentales y árboles frutales en febrero. He elaborado esta lista de nueve plantas de jardín populares que deben podarse en febrero para garantizar que luzcan lo mejor posible y le brinden un aspecto espectacular en los meses venideros.
1. Grosella negra
La poda de grosellas negras permite que el arbusto de frutos blandos sea lo más productivo posible. Los frutos se forman principalmente en madera de dos y tres años; Cualquier tallo con más de tres años pierde productividad.
La poda implica eliminar un tercio de los tallos más viejos y cualquier tallo débil o demasiado crecido hasta la base. Esto permite que los tallos más jóvenes se desarrollen y los reemplacen. El resultado después de la poda debe ser un arbusto de grosella negra con forma de copa y un centro abierto, lo que permite una buena circulación del aire y facilita la cosecha.
2. Clemátide
Las clemátides son trepadoras rebeldes que deben podarse en febrero para controlar su crecimiento y garantizar una gran exhibición de flores. Pero este mes, pode sólo las clemátides que florecen en verano en los grupos 2 y 3, no las clemátides que florecen en primavera en el grupo 1.
Podar las clemátides es sencillo, sin importar qué grupo de clemátides esté cultivando. Primero, retire los tallos muertos, dañados o enfermos y cualquier brote débil. Luego pode con cuidado las clemátides del grupo 2 a unos 30 cm, mientras que las clemátides del grupo 3 se podan más fuertemente a 70 cm del suelo.
3. Hierbas de hoja
Las gramíneas caducifolias ornamentales aportan estructura e interés al jardín de invierno antes de necesitar poda a fines del invierno. Es muy fácil cortar pastos ornamentales en febrero, para ello se necesitan podadoras limpias y afiladas y guantes de jardinería resistentes para evitar lesiones causadas por las afiladas hojas del pasto.
Los pastos frondosos se cortan a unos diez centímetros del suelo. Retire con cuidado cada tallo viejo, evitando cortar los nuevos brotes que se desarrollan en la base de la planta. Los tallos viejos se pueden cortar en trozos más pequeños y utilizar para hacer abono.
4. Frambuesa de frutos otoñales
Se pueden cultivar dos tipos de frambuesas, que se podan en momentos diferentes. Mientras que las frambuesas de verano se podan a fines del verano o principios del otoño, las frambuesas tardías, también conocidas como de producción otoñal, se podan a fines del invierno.
La poda de frambuesas es sencilla, especialmente para las variedades que dan fruto en otoño. Esto implica cortar todos los tallos fructíferos hasta el nivel del suelo. Después de la poda, fertilice las frambuesas con compost para promover el desarrollo de tallos nuevos, fuertes y saludables.
5. Uvas
Las uvas son vides vigorosas que se podan durante el período de latencia para mantenerlas sanas y productivas. Pero es fundamental determinar cuándo podar las vides: si lo hacemos demasiado pronto, pueden resultar dañadas por las heladas, o si lo hacemos demasiado tarde, liberarán savia.
Las vides de interior se podan mejor en enero, ya que comenzarán a crecer nuevamente pronto en entornos protegidos como los invernaderos. Las uvas en campo abierto se podan en febrero o marzo, cuando el riesgo de heladas en la región ha pasado.
Las uvas dan fruto en madera nueva, lo que dicta cómo podar las vides para obtener las mejores cosechas. Las vides enraizadas necesitan que se poden todos los brotes laterales hasta dejar dos o tres yemas.
6. Hiedra
La poda de la hiedra es importante porque esta trepadora de hoja perenne de rápido crecimiento se encuentra muy extendida. Es necesario controlarla para evitar que la hiedra asfixie a otras plantas o árboles o extienda sus raíces hacia paredes o cercas. Febrero es un buen momento para podar la hiedra cuando está inactiva y antes de que los pájaros puedan anidar en las plantas trepadoras.
Puedes recortar la hiedra con tijeras para setos, pero la poda se controla mejor con tijeras de podar. Tómese el tiempo para podar la hiedra para mantener su forma, manténgala alejada de ventanas, marcos de puertas o canaletas y elimine las hojas muertas o enfermas.
7. Rosas
Durante el período de inactividad se podan todos los rosales, excepto los trepadores. Al cultivar rosas, el momento de la poda de invierno es el punto ideal entre la última helada y el comienzo del crecimiento de la planta.
En climas más suaves, febrero es el momento ideal para podar rosales. Sin embargo, los jardineros en climas más fríos deben esperar hasta ver los primeros signos de nuevo crecimiento, lo que podría ocurrir en marzo.
Retire la madera muerta o dañada junto con los tallos cruzados, débiles o demasiado crecidos para exponer el centro del arbusto. Luego, concéntrese en recortar cada tallo restante en aproximadamente un tercio, cortando hasta un brote que mire hacia afuera.
8. Salvia
La salvia, anteriormente conocida como salvia peruana, es una gran planta polinizadora que puede alcanzar cinco pies de altura. Cortar anualmente la salvia mantiene la planta cubierta de flores en tallos fuertes y erguidos. La falta de poda puede dar lugar a tallos altos y blandos.
La poda se puede realizar a finales del otoño o principios del invierno. Sin embargo, dejar la salvia rusa sin podar durante el invierno crea un interés estructural, mientras que las cabezas de semillas proporcionan alimento a las aves durante los meses fríos. Cortar los tallos a 25-30 cm del suelo, cortando siempre hasta un par de yemas.
9. Glicina
La glicina, en plena floración, permanece compacta y da un maravilloso aspecto en cascada gracias a la poda en invierno y verano. Si está cultivando glicinas, este régimen de poda anual mantiene el crecimiento bajo control y garantiza que la suya luzca lo mejor posible.
Para podar la glicina en invierno, corte el crecimiento del verano pasado a dos o tres brotes. Concéntrese también en eliminar las ramas muertas, dañadas o enfermas y cualquier tallo que vaya en direcciones no deseadas.